Tal y como señaló el genial Steve Jobs:
“No tiene sentido contratar a personas inteligentes y después decirles lo que tienen que hacer. Nosotros contratamos a personas inteligentes para que nos digan qué tenemos que hacer”.
Un trabajador no solo espera estar bien remunerado, quiere
sentir que forma parte de su organización y que se valore su trabajo, con
indiferencia al puesto que ocupa. Por ello, si cuidamos la comunicación interna, escuchamos y motivamos a nuestros trabajadores
conseguiremos (parece muy obvio pero no lo es tanto):
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Prevenir los habituales rumores de pasillo. El silencio suele interpretarse como una confirmación de los hechos y solo da lugar a más especulaciones.
- Mayor rendimiento. Para alcanzar objetivos más altos, no es necesario trabajar más horas sino mejor.
- Exprimir al máximo el potencial de nuestros recursos humanos. Solo si conocemos las capacidades y las debilidades de nuestro equipo podremos sacar el máximo partido de él.
- Evitar la fuga de talento hacia la competencia. Atención, no siempre el motivo es un horario o un salario mejor.
- Fomentar el sentimiento de identificación y fidelidad a la empresa. La mejor promoción de una compañía son los comentarios positivos de aquellos que trabajan en ella (¡¡¡y es gratis!!!).
Aquí os dejo un vídeo de la última red de la lista que
detalla las múltiples posibilidades que ofrece:
Como veréis, al fomentar la participación y tener en cuenta
la opinión de aquellos que forman parte de nuestra empresa, lograremos establecer
una comunicación real con ellos (para una conversación es necesario un
feed-back, si no, es un monólogo) y mejorar nuestra imagen interna. Aparte de estas
dos importantes ventajas hay muchas más:
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Ganamos inmediatez y eficacia.
- Fortalecemos la comunicación horizontal y vertical.
- Contamos con más información y criterios para la
toma de decisiones.
- Disminuimos la conflictividad laboral y
favorecemos un entorno de trabajo positivo.
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Almacenamos y tenemos fácil acceso a documentos
y conversaciones (no perdemos la información intercambiada y también ganamos en
gestión del tiempo).
Después de leer todos estos argumentos, ¿aún sigues pensando que la comunicación interna no es para tu negocio?